Es solo para soltar mis dedos y no ser tan amargado.

Monday, March 24, 2003

No cierres la ventana

Un muchacho cualquiera se sienta en cualquier asiento rojo al lado de la ventana, el autobus es de cualquier ruta de una ciudad cualquiera, solo viaja a su casa. Como accion mnemonica no piensa en la importancia de ir a casa, lo unico trascendental es el viento que le llena la cara, la ventanilla abierta le permite saborear olores capturados por su inquieta mirada. Imagenes que han pasado en tantas otras idas y venidas, de su casa a la escuela y de la escuela a su casa, algun exporadico viaje de su casa a la de un amigo, pero nada en especial.

Dentro del autobus no hay nada, ha simple vista todo lo ha visto en anteriores viajes, en otras idas cualquieras. El chofer intentando no ser alcanzado por el tedio ni por su companero de ruta que le sigue como la muerte azecha al moribundo. Alguan senora con bolsas del mercado, se le ha hecho tarde de sus diligencias, no cesa de apresurar al conductor, si pudiera manejaria, por lo pronto esas bolsas con alimentos son su custodia, lo importante del viaje. Un senor de traje, por su apariencia y el periodico bajo el brazo demuestra tener por oficio la consigna de encontrar alguno, no ha de ser muy estudiado o esta desesperado, los anuncios clasificados son separados por la esperanza de un plumon naranja, se solicita guardia, encargado de limpieza, trabajo de velador, etcetera. Son los anuncios que se hayan tachados. Hoy no paredce que haya tenido suerte, su cara no le ayuda, curtida por le sol y demacrada por alguna droga. Se nota que en donde esta la pregunta de Desde cuando se puede presentar a trabajar hay un inmediato De inmediato por respuesta. Los tatuajes escondidos en la mangas nos remiten a su historia de pandillero. Acaba de subir un tipo, a este ya lo he visto se puede pensar, es otro mas con una historia tragica de la cual no ha podido salir, solo la humanitaria moneda de los pasajeros lo ha sostenido durante casi un par de anos. Las monedas Dios nunca las ha pagado como el sentencia cada vez que recibe en sus manos el metal. Su historia un accidente de trabajo, una huelga la cual sigue en pie, un hijo enfermo, un familiar perdido, casi nunca la verdad. Se baja, despues que una secretaria de banco lo detien para darle unas monedas, ella regresa de comer, su uniforme la delata, ademas en la mano inquieta lleva un vaso con olor a frutas. Lo marcado de sus pantorillas demuestra su preocupacion por la figura y en la cara a tristesa de sus ojos la tristeza de no ser apresiada sin vestiduras, solo el morboso palabreo del algun gerente obeso. A un lado de la mujer un nino con la mirada perdida y capturada en un juego de video, con el afan de salir de de la pantalla. El capturdo es el y su unica escapatoria viene en oportunidades de tres en tres, la dificultad del entretenimiento aumenta con los frenones y arrancones del camion.

De pronto un tipo ha parado el viaje, dialoga un poco con le chofer, sube apresurado, camina y ve a todos lados. Por el pasillo busca algo, ve la cara de todo mundo tratando de reconocer una cara, suelta un suspiro resignado y mueve la cabeza negando una pregunta mental, sus ojos se llenan de lagrimas hipocritas que no caeran, y dirige la fuerza de su mirada sobre el muchacho, le sonrie un poco, levanta el brazo y con el dedo indice como espada le senala la ventana.
-Sigue mirando por la ventana, imperantemente le dice, todo aqui ya lo has visto, pon tus ojos en las cosas fuera dela ventana...No alcanza a empezar otra palabra, el autobus avanza, se baja y de dos saltos agiles se sube a otro camion y busca con la misma actitud y energia. Nadie lo tomo en cuenta, solo el muchacho. Pero no es asi, un muchacha ve por la ventana al tipo de en el otro camion, voltea, ve al muchacho y no mueve una pestana, solo lo ve. El se quita los cabellos que con la brisa se amontonan en su rostro, lo intenta quietar de nuevo, pero el viento no cesa en la batalla, cierra la ventana.

Ella iva adelante de el en dos asientos, no la habia visto, subio cuando el tipo contaba su tragica historia, justo cuando el decidio que fuera de la ventana era mas entretenido ver la calle. Ahora la atencion se centraba en ella, cabello oscuro y brilloso, un abismo que atrae las llemas de sus dedos, su piel blanca. El contraste es marcado y hacia lucir sus ojos como una fotografia cuidada con maestria de artista. Es Bella, es hermosa, piensa el muchacho. Cree en la posobilidad de acercarse y tratar de hablar con ella, quiezas se apene un poco, pero le dira su nombre y nunca sera olvidado. manana la vera orta vez y poco a poco sabra donde vivee y que hace, va ha ser su novia piensa y en voz baja dice para si mismo, como si el viento se encargara de hacer que ella oiga.

-Voy a hablarle, dice y no se anima a levantarse, esta aplomado en el asiento, volta a verla, alcanza a ver su perfil y el deseo de verle de frente se crece, pero el asiento lo toma con fuerza.
-Quizas me tome por un loco, talves no diga su nombre, su cabeza se le llenaba de esas ideas y otros temores, pero igual no se movia del asiento. Agacho la cabeza y cuenta hasta diez antes de animarse a levantarse.

Antes de ocho ya se ha levantado, se sienta a su lado y le sonrie un poco, le dice su nombre y ella el propio. Platican un poco de los asuntos que se platican la primera vez, edad, donde vives, estudias, trabajas, en fin eso que se dice la primera vez. ella le da un papel con su numero telefonico que le gusrda con en su libreta. Se para le camion y ella se baja, camino a casa el se suma con la senora para apresurar al chofer.

Llega a su casa y procura que la hora sea la adecuada, llama a las seis y media de la tarde. Ella le contesta y reconoce la voz, lo saluda con la naturalidad de quien saluda aun amigo de anos, de toda la vida. El no se anima a invitarla a salir, no se ven mas, solo suena el telefono despeus de las seis y media en casa de ella durante un mes. Ella propone cita y salen, se estan divirtiendo llendo al cine, a comer y platican de sus metas, de sus manias, de sus aficiones, esas cosas que no se platican la primera vez y se dejan para las segundas y terceras veces. Con eso el se ha convencido de estar enamorado, le pronone un noviazgo despues de ya cinco salidas, hay carino y son pareja. El va por ella a la escuela y se van juntos a casa. No le importa cerrar la ventana, pues a ella le molesta el arire, de todas maneras no importa lo que hay afuera, ella es lo mejor en el camino a casa. La deja y le informa por telefono cuando el llega a su casa.

Los anos pasan y el camino a casa lo transitan en auto propio. Sus preocupaciones escolares se transforman en tareas laborales, el maquiklaje de nina da el paso a un arreglo mas formal con ritmo de profesion. Ya hay muchos inviernos calidos en sus historia de pareja, navidades, noches buenas, febreros y veranos. Ya no son dos, las bocas que se alimentan son tres. hay mas pasion en la mesa y comida en la cama. En el patio hay un perro y varios viajes al pediatra. En las noches lo que se dice amor es solo carino cuando ellos deciden sentirse. El se traga lo celos de padre y deja con mas preocupaciones que con alegria que sus hijas se vayan de casa. Y se quedo la casa sola, dos figuras ancianas se pretenden y se cuidan se ve por la ventana. El ve el rostro donde el antiguo contraste del cabello negro ahora se funde en plateado y le duele cubrirlo de tierra mojada, verla atraves de la ventana del ataud. Suelta un grito desesperado, el desconsuelo invade su pecho y despierta.
-Diez, grita y el camion da el frenon.

Voltea a todos lados y la chiquilla ya no esta en la unidad, se ha ido. La senora apresura al chofer para que avance, la muchacha del banco ve al chico con asombro, estan ellos y el, nadie mas. El Autobus ya se ha movido una cuadra despues del grito, el muchacho abre la ventana y ve el exterior un atardecer y nada, no se ve otra cosa, no esta ella. Se baja del autobus y camina un poco desconcertado, ve el numero del camion y lo anota, lo guarda en su cuaderno. Da pasos desconsolados y con un peso el las manos que le hace arrastrar los pies.

Ya han pasado los anos, ya no es un muchacho, varias bocas han pasado por su sonrisa y su seriedad. La mirada sigue un poco inquieta y de vez en cuando sube al autobus, camina con el pasillo, ve las caras de los pasajeros, se sienta a un lado de la ventana, la abre y voltea al interior del camion. Ve al chofer apresurado, los anos no lo hacen mas lento, ni a el, ni a la muerte que ahora lo persigue. Al tipo del periodico no lo ha vuelto a ver, quizas encontro trabajo o cambio de oficio. la senora de las bolsas ha muerto, se lo dijo la secretaria del banco una vez que el veia su cuerpo desnudo y acariciaba la firmeza de sus pantorillas, ahora tiene dibujada una sonrisa en sus ojos cada que se ven. A veces por lo general, ve a algun muchacho con la ventana cerrada.
-Abrela, no hay nada en le camiion que no hayas visto...Pero si lo vez no cuentes para ver de frente, le dice. Se acuerda de aquel vieje cualquiera, en el camion que recuerda, con las personas que no olvida se ve a si mismo sentado en la ventana, ve la imagen de la chica viendolo de frente, el contraste de la piel y el cabello.
-Y el mejor recuerdo que tengo de ti, es nunca haberte conocido.

Sunday, March 23, 2003

En mi primer dia en este blog. No es Nadia como nombre es el nombre que le he dado a mi soledad: De ninguna manera es una mujer en especial, es tomado de una mujer no especial, sino de una que por comun me atrae. Y Nadie es ya la realidad femenina, son todas las que he conocido en mi vida y Nadie siempre es la misma Nadia.